MANUAL FORMATIVO. RETIRADA DE ENJAMBRES EN LOS SERVICIOS DE PREVENCIÓN Y EXTINCIÓN DE INCENDIOS Y SALVAMENTO

ICASST COLECCIÓN 43 ros, sin que estas personas hayan sufrido ninguna reacción al ser picadas. Es lo que se denomina sensibilización. Esta sensibilización se detecta en aproximadamente el 30-40% de individuos que han sufrido picadura. Puede desaparecer espontáneamente hasta en el 50% de los casos en un período de 2-3 años. La prevalencia de reacciones locales (hinchazón con endurecimiento superior a 10 cm y que persiste 24 horas) es del 3-17%. Afortunadamente, la prevalencia de reacciones que afectan a todo el organismo (sistémicas) es más baja, del 0,4-0,8% en niños y del 0,8-4% en adultos. El 10% de la población padece una reacción adversa ante la picadura de un himenóptero, aunque sólo una pequeña parte experimenta un cuadro generalizado grave que puede poner en peligro su vida. En España alrededor de 800.000 personas son alérgicas al veneno de estos insectos16. La tasa de mortalidad se estima en un 0,4 por millón de habitantes, lo que significa que entre 15 y 20 personas podrían morir cada año por esta causa. La composición de los venenos de abejas y véspidos es similar desde el punto de vista farmacológico, pero claramente diferente alergológicamente. Es decir, producen los mismos efectos, pero la estructura química es suficientemente diferente como para que el sistema inmunológico reconozca que se trata de sustancias distintas. De esta forma las personas alérgicas a veneno de abejas habitualmente toleran las picaduras de avispas. Entre los véspidos distinguimos dos géneros de interés alergológico: las véspulas y los polistes. Los venenos de ambos son parecidos y tienen algunos elementos similares que hacen que podamos encontrarnos con pacientes alérgicos a los dos tipos mencionados o sólo a uno de ellos. 16. Según datos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC).

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