Estrategia Cántabra de Salud e Higiene en el Trabajo 2017-2021

8 Los datos más recientes, sin embargo, confirman la tendencia apuntada a lo largo del año 2015: el número absoluto de accidentes de trabajo en jornada con baja y el índice de incidencia han aumentado respecto al año anterior, confirmando la interrupción de la tendencia a la baja que se mantuvo entre 2000 y 2012 y que se rompió en 2013 con un aumento de la incidencia del 1% respecto al año anterior. Esta sobrerreacción de la siniestralidad española a las variaciones del ciclo económico puede contrarrestarse cuando existe un sistema preventivo nacional bien estructurado que actúe de amortiguador de dichas variaciones, como ocurre en otros países regidos por la misma legislación europea que nosotros. Con el fin de fortalecer nuestro sistema preventivo y evitar que en la actual situación de recuperación y crecimiento económico no se consolide el cambio de tendencia de estos últimos años, debemos seguir avanzando decididamente en la implementación de las distintas Estrategias y mantener los esfuerzos preventivos en las empresas. Además de dar continuidad a las líneas de actuación de la etapa anterior, se deben afrontar nuevos retos acordes con la situación actual de las condiciones de trabajo. Los diversos indicadores muestran que, además de reducir los accidentes laborales, es necesario afrontar también las enfermedades profesionales, promoviendo su prevención antes que su rehabilitación o el abandono temprano del trabajo por motivos de salud. En sintonía con las recomendaciones procedentes de instituciones comunitarias, es necesario fomentar estrategias de envejecimiento activo para aprovechar la capacidad de las personas trabajadoras durante toda su vida laboral. Por último, no hay que olvidar tampoco que la Estrategia 20172021 debe ser flexible para adaptarse a posibles cambios y factores sociolaborales que, a lo largo de este tiempo, y tanto a medio como a largo plazo, puedan influir en la seguridad y el bienestar de los trabajadores. Para conseguirlo, el modelo preventivo hacia el que se dirige está basado en los siguientes aspectos: • Compromiso de los empresarios con la prevención de riesgos laborales y su integración en las organizaciones. • Trabajo conjunto por parte de todos los agentes implicados en la estrategia, de cara a unir sus esfuerzos en una misma dirección. • Una Estrategia Cántabra en consonancia con la Estrategia Española; que canalice los esfuerzos desarrollados por ambas en aras de lograr los mejores resultados.

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