Estrategia Cántabra de Salud e Higiene en el Trabajo 2017-2021

15 Por su parte, la desviación o suceso anormal que con mayor frecuencia dio lugar a que se produjera el accidente fue el “Movimiento del cuerpo con esfuerzo físico” (en un 25% aproximadamente de los casos). En cuanto a los partes de enfermedad profesional comunicados en Cantabria en estos años a través del Sistema CEPROSS, prácticamente la mitad lo fueron por “Enfermedades provocadas por posturas forzadas y movimientos repetitivos en el trabajo”. En consecuencia, los trastornos músculo-esqueléticos son el problema de salud más común en la población trabajadora, y deben plantearse acciones específicas centradas en la prevención de este tipo de daños por actividad económica y ocupación, teniendo en cuenta variables como la edad y el sexo, que impactan de manera específica en la siniestralidad. Hay otra vertiente de la siniestralidad laboral en la que no tiene lugar un traumatismo. En los últimos años, sobre un 10% del total de accidentes graves y un 26% de los mortales han tenido la forma de patología no traumática (PNT). Está representada por enfermedades de comienzo o recrudecimiento súbito que en su mayoría son enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares: infartos, derrames y otras patologías no traumáticas. Esta categoría de forma de Accidentes de Trabajo (AT) está relacionada con aquellos accidentes ligados a factores individuales y en los que las condiciones de trabajo pueden jugar un papel coadyuvante en su materialización, tales como: ansiedad, estrés, turnos, pausas, algunos contaminantes químicos, sedentarismo, tabaquismo, consumo de comida rápida rica en grasa y otros hábitos de vida poco saludables. Su impacto es importante a la hora de evaluar la morbilidad y, sobre todo, la mortalidad derivada del accidente de trabajo. En este sentido, aceptando que el lugar de trabajo influye en la salud y en la enfermedad de distintas maneras y que cada vez es más difícil separar los determinantes laborales de los extralaborales, con las consecuencias que esto supone para el sistema preventivo, se han de promover nuevas estrategias y buenas prácticas de salud en las empresas dirigidas a crear entornos, no solo seguros, sino también saludables. Aquí conviene recordar otro indicador a tener en cuenta para adaptar el sistema preventivo a los cambios previsibles, como es la estimación que hace la Organización Mundial de la Salud para el año 2020, en el que la depresión será la principal causa de incapacidad laboral. Sobre dos tercios de los accidentes de trabajo in itínere con baja son accidentes de tráfico. La incidencia de la siniestralidad por tráfico pone de manifiesto la necesidad de impulsar acciones sectoriales dirigidas a reducir la siniestralidad por esta causa y acciones más generales de fomento de cultura preventiva.   

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