Estrategia Cántabra de Salud e Higiene en el Trabajo 2017-2021

Consejería de Economía, Hacienda y Empleo Instituto Cántabro de Seguridad y Salud en el Trabajo Servicio de Promoción y Planificación Preventiva Depósito Legal: SA-720-2016 6-455 Imprenta Regional de Cantabria

5 I. PRESENTACIÓN II. ESTADO DE SITUACIÓN III. VALORES Y PRINCIPIOS IV. OBJETIVOS Y LÍNEAS DE ACTUACIÓN 1. Promover la mejora continua de las condiciones de trabajo mediante programas específicos por sectores, actividades, colectivos y empresas de mayor riesgo. Desarrollar actuaciones dirigidas al conocimiento y mejora de la prevención de factores de riesgo específicos. 2. Educación, formación, promoción y sensibilización. 3. Mejorar sistemas de recopilación, análisis y difusión de información, estudio e investigación en Prevención de Riesgos Laborales (PRL). 4. Fortalecer el papel de los interlocutores sociales y promover la implicación de empresarios y trabajadores en la mejora de la Seguridad y Salud en el Trabajo (SST). 5. Mejorar la eficiencia de las instituciones y entidades dedicadas a la Prevención de Riesgos Laborales (PRL). V. IMPLANTACIÓN, SEGUIMIENTO Y FINANCIACIÓN 7 9 20 22 22 31 34 35 37 42 ÍNDICE

6 Nota sobre el uso del masculino: El empleo en esta publicación del masculino plural cuando nos referimos a mujeres y hombres como colectivo no tiene intención discriminatoria alguna, sino la aplicación de la ley lingüística de la economía expresiva, facilitadora de la lectura con el menor esfuerzo posible.

7 I.- PRESENTACIÓN La Estrategia Cántabra de Seguridad y Salud en el Trabajo 20172021 constituye un instrumento de planificación de la Política sobre Seguridad y Salud en el Trabajo que establece el marco a partir del cual se desarrollan los programas y las actuaciones concretas en esta materia en nuestra Comunidad Autónoma. Ha sido el resultado del acuerdo alcanzado en el seno del Consejo Cántabro de Seguridad y Salud en el Trabajo (CCSST), órgano tripartito que permite la implicación y participación de los agentes sociales y económicos de Cantabria en el diseño y evaluación de las políticas preventivas abordadas. La nueva Estrategia tiene como punto de partida el análisis de la situación actual de la seguridad y salud en el trabajo en Cantabria y, como en la Estrategia anterior (2008-2012), su contenido está en armonía con los objetivos de la Estrategia Española 2015-2020 y con el marco estratégico de la Unión Europea en materia de seguridad y salud en el trabajo 2014-2020, que entre los aspectos más técnicos, se centra en la gestión del envejecimiento de la población trabajadora, los nuevos riesgos emergentes y la prevención de enfermedades profesionales y enfermedades relacionadas con el trabajo. Durante la vigencia de la anterior Estrategia Cántabra 2008-2012, el índice de incidencia de Accidentes de Trabajo (AT) con baja en jornada en Cantabria en 2012 descendió un (-50%) respecto al del año 2008, en línea con la media española (-45%). Estos descensos tan acusados coincidieron con momentos de reducción de la actividad económica. Los datos de siniestralidad laboral en Cantabria en 2013 indican un cambio en la tendencia descendente que mostraban los índices de incidencia desde el año 2006. Así, el índice de incidencia de accidentes con baja en jornada de trabajo del año 2015 fue de 2.969 accidentes por cada 100.000 trabajadores afiliados con las contingencias profesionales cubiertas, lo que supone un aumento del 4% respecto a 2014. Los datos sobre enfermedades profesionales muestran una tendencia diferente: el número de partes comunicados disminuye ligeramente desde el año 2013, así como también el índice de incidencia correspondiente. Los datos históricos de siniestralidad en España muestran claramente que ésta evoluciona en estrecha correlación con el crecimiento económico: cuando el PIB crece, la siniestralidad tiende a aumentar fuertemente y cuando el PIB se estanca o disminuye, la siniestralidad decrece apreciablemente. De 2001 en adelante se logró una moderada disminución del índice de incidencia en un marco de crecimiento económico relativamente intenso, a lo que contribuyó el esfuerzo de todos los agentes de la prevención para implementar la Ley de Prevención.

8 Los datos más recientes, sin embargo, confirman la tendencia apuntada a lo largo del año 2015: el número absoluto de accidentes de trabajo en jornada con baja y el índice de incidencia han aumentado respecto al año anterior, confirmando la interrupción de la tendencia a la baja que se mantuvo entre 2000 y 2012 y que se rompió en 2013 con un aumento de la incidencia del 1% respecto al año anterior. Esta sobrerreacción de la siniestralidad española a las variaciones del ciclo económico puede contrarrestarse cuando existe un sistema preventivo nacional bien estructurado que actúe de amortiguador de dichas variaciones, como ocurre en otros países regidos por la misma legislación europea que nosotros. Con el fin de fortalecer nuestro sistema preventivo y evitar que en la actual situación de recuperación y crecimiento económico no se consolide el cambio de tendencia de estos últimos años, debemos seguir avanzando decididamente en la implementación de las distintas Estrategias y mantener los esfuerzos preventivos en las empresas. Además de dar continuidad a las líneas de actuación de la etapa anterior, se deben afrontar nuevos retos acordes con la situación actual de las condiciones de trabajo. Los diversos indicadores muestran que, además de reducir los accidentes laborales, es necesario afrontar también las enfermedades profesionales, promoviendo su prevención antes que su rehabilitación o el abandono temprano del trabajo por motivos de salud. En sintonía con las recomendaciones procedentes de instituciones comunitarias, es necesario fomentar estrategias de envejecimiento activo para aprovechar la capacidad de las personas trabajadoras durante toda su vida laboral. Por último, no hay que olvidar tampoco que la Estrategia 20172021 debe ser flexible para adaptarse a posibles cambios y factores sociolaborales que, a lo largo de este tiempo, y tanto a medio como a largo plazo, puedan influir en la seguridad y el bienestar de los trabajadores. Para conseguirlo, el modelo preventivo hacia el que se dirige está basado en los siguientes aspectos: • Compromiso de los empresarios con la prevención de riesgos laborales y su integración en las organizaciones. • Trabajo conjunto por parte de todos los agentes implicados en la estrategia, de cara a unir sus esfuerzos en una misma dirección. • Una Estrategia Cántabra en consonancia con la Estrategia Española; que canalice los esfuerzos desarrollados por ambas en aras de lograr los mejores resultados.

9 II.- ESTADO DE SITUACIÓN 2.1.- Evolución de siniestralidad por accidente de trabajo 20082015. ACCIDENTES DE TRABAJO CON BAJA EN JORNADA (ATCBJ) SEGÚN GRADO DE LESIÓN Accidentes en jornada de trabajo con baja según gravedad - Índice de incidencia por cada 100.000 trabajadores - Evolución AÑO LEVES GRAVES MORTALES TOTAL AFILIADOS AT IND INC AT IND INC AT IND INC AT IND IN 2008 9.357 4.998 119 64 10 5 9.486 5.067 187.225 2009 6.701 3.775 88 50 13 7 6.802 3.831 177.531 2010 5.931 3.379 76 43 13 7 6.020 3.429 175.548 2011 5.462 3.150 70 40 3 2 5.535 3.192 173.423 2012 4.324 2.538 58 34 6 4 4.388 2.576 170.369 2013 4.271 2.631 48 30 5 3 4.324 2.663 162.346 2014 4.602 2.822 47 29 8 5 4.657 2.856 163.068 2015 4.923 2.936 46 27 8 5 4.977 2.969 167.651 145.000 150.000 155.000 160.000 165.000 170.000 175.000 180.000 185.000 190.000 Afiliados 0 1.000 2.000 3.000 4.000 5.000 6.000 7.000 8.000 9.000 10.000 Accidentes / Índices de incidencia AFILIADOS 187.225 177.531 175.548 173.423 170.369 162.346 163.068 167.651 AT 9.486 6.802 6.020 5.535 4.388 4.324 4.657 4.977 IND INC 5.067 3.831 3.429 3.192 2.576 2.663 2.856 2.969 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015

10 ACCIDENTES DE TRABAJO CON BAJA EN JORNADA (ATCBJ) IN ITÍNERE ACCIDENTES DE TRABAJO CON BAJA EN JORNADA (ATCBJ) DE TRÁFICO AT DE TRÁFICO RESTO (NO TRÁFICO) TOTAL AT IND INC AT IND INC AT IND INC ACCIDENTE EN JORNADA CON BAJA 2012 199 117 4.189 2.459 4.388 2.576 2013 219 135 4.105 2.529 4.324 2.663 2014 185 113 4.472 2.742 4.657 2.856 2015 184 110 4.793 2.859 4.977 2.969 ACCIDENTE IN ITÍNERE CON BAJA 2012 463 272 234 137 697 409 2013 453 279 244 150 697 429 2014 517 317 257 158 774 475 2015 488 291 267 159 755 450 ACCIDENTES DE TRABAJO CON BAJA EN JORNADA (ATCBJ) POR SECTOR DE ACTIVIDAD Accidentes en jornada de trabajo con baja según sector de actividad - Evolución AÑO AGROPECUARIO INDUSTRIA CONSTRUCCIÓN SERVICIOS TOTAL 2008 358 2.423 2.358 4.347 9.486 2009 303 1.807 1.461 3.231 6.802 2010 270 1.724 1.122 2.904 6.020 2011 286 1.493 851 2.905 5.535 2012 302 1.123 591 2.372 4.388 2013 269 1.009 463 2.583 4.324 2014 272 1068 529 2788 4.657 2015 295 1116 557 3009 4.977 145.000 150.000 155.000 160.000 165.000 170.000 175.000 180.000 185.000 190.000 Afiliados 0 200 400 600 800 1.000 1.200 1.400 Accidentes / Índices de incidencia AFILIADOS 187.225 177.531 175.548 173.423 170.369 162.347 163.068 167.651 AT IN ITÍNERE 1.250 1.002 972 862 692 697 774 755 IND INC AT IN ITÍNERE 668 564 554 497 406 429 475 450 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015

11 AT EN JORNADA SIN BAJA 0 1.000 2.000 3.000 4.000 5.000 Accidentes AGROPECUARIO 358 303 270 286 302 269 272 295 INDUSTRIA 2.423 1.807 1.724 1.493 1.123 1.009 1068 1116 CONSTRUCCIÓN 2.358 1.461 1.122 851 591 463 529 557 SERVICIOS 4.347 3.231 2.904 2.905 2.372 2.583 2788 3009 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 145.000 150.000 155.000 160.000 165.000 170.000 175.000 180.000 185.000 190.000 Afiliados 0 2.000 4.000 6.000 8.000 10.000 12.000 14.000 16.000 Accidentes / Índices de incidencia AFILIADOS 187.225 177.531 175.548 173.423 170.369 162.347 163.068 167.651 AT 11.987 11.797 10.601 9.622 8.334 7.816 8.273 8.927 IND INC 6.402 6.645 6.039 5.548 4.892 4.814 5.073 5.325 2.008 2.009 2.010 2.011 2.012 2.013 2.014 2.015

12 2.2 - Evolución de la siniestralidad por enfermedad profesional. EVOLUCIÓN DEL NÚMERO DE PARTES DE ENFERMEDAD PROFESIONAL COMUNICADOS EVOLUCIÓN DEL NÚMERO DE PARTES DE ENFERMEDAD PROFESIONAL COMUNICADOS POR SECTOR 145.000 150.000 155.000 160.000 165.000 170.000 175.000 180.000 185.000 190.000 Trabajadores 0 50 100 150 200 250 300 350 400 450 500 Partes comunicados / Índices de incidencia Trabajadores 187.225 177.531 175.548 173.423 170.369 162.346 163.068 167.651 Partes comunicados 396 433 288 354 274 296 293 290 IND INC 212 244 164 204 161 182 180 173 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 Nº de partes de enfermedad profesional declarados por sector 0 20 40 60 80 100 120 140 160 180 200 220 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 Agropecuario Industria Construcción Servicios

13 EVOLUCIÓN PORCENTUAL DEL NÚMERO DE PARTES DE ENFERMEDAD PROFESIONAL COMUNICADOS CON/SIN BAJA MÉDICA EVOLUCIÓN DEL NÚMERO DE PARTES DE ENFERMEDAD PROFESIONAL COMUNICADOS POR GRUPO DE AGENTE Evolución nº de partes de enfermedad profesional declaradas por grupo 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 GRUPO I - AGENTES QUÍMICOS 20 19 5 10 4 7 5 6 GRUPO II - AGENTES FÍSICOS 351 363 254 292 241 262 257 247 GRUPO III - AGENTES BIOLÓGICOS 4225161167 8 GRUPO IV - INHALACIÓN DE SUSTANCIAS 6105169 4108 GRUPO V - DE LA PIEL 1519192019 7 1421 GRUPO VI - AGENTES CARCINÓGENOS 0 0 0 0 0 0 0 0 TOTAL PARTES COMUNICADOS 396 433 288 354 274 296 293 290 Evolución porcentual partes comunicados con/sin baja 59 52 56 48 46 39 54 50 41 48 44 52 54 61 46 50 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 Año Nº de partes (%) sin baja con baja

14 2.3 - Valoración cualitativa del estado de la seguridad y salud laboral en Cantabria. Indicadores para el establecimiento de prioridades. En los dos últimos años la población trabajadora ha aumentado en Cantabria frente a la tendencia de los años anteriores. Este hecho ha venido acompañado igualmente de un repunte de los accidentes de trabajo con baja, de manera que los índices de incidencia de los años 2013, 2014 y 2015 son cada año mayores que el anterior. En 2015, por ejemplo, mientras que el número de afiliados aumentó un 2,8 % frente a 2014, el número de accidentes con baja lo ha hecho en un 6,8%, estabilizándose el de los mortales. Puede decirse, por lo tanto, que en los próximos años se prevén nuevos escenarios en el ámbito de la seguridad y salud en el trabajo que están trayendo como consecuencia, entre otros, una tendencia de los indicadores de siniestralidad en aumento. Las perspectivas, a partir de los cambios observados, apuntan a la consolidación de la terciarización del sistema productivo, primando las trayectorias laborales más flexibles, y a una creciente feminización y envejecimiento de la población ocupada. Por otra parte, es de destacar el descenso de la ocupación más pronunciado en empresas de “alto riesgo” (anexo I Reglamento de Servicios de Prevención: construcción, industria manufacturera) y en trabajadores menos cualificados. El predominio cada vez más habitual de trabajos no manuales afecta al perfil de los factores de riesgo a los que pueden estar expuestos los trabajadores. Otros cambios que afectan al cambio previsible de escenario se relacionan con el aumento de la intensidad y los ritmos de trabajo y la aparición de molestias físicas que los trabajadores y trabajadoras achacan a posturas o esfuerzos derivados de las tareas que realizan (desde 2007 ha aumentado la proporción de trabajadores que señalan estos riesgos, según la VII Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo y la II Encuesta Cántabra de Condiciones de Trabajo), la paulatina mayor presencia de trabajadores autónomos en los distintos sectores productivos, la reordenación del sector de entidades especializadas en prevención o el impacto de la ampliación a empresas de hasta 25 trabajadores de la asunción personal de la actividad preventiva por el empresario si cumple los requisitos legales.    La forma de accidente de trabajo más frecuente en Cantabria en los últimos años ha sido el “sobreesfuezo físico”, representando alrededor de un tercio del total de los accidentes con baja en jornada de trabajo.

15 Por su parte, la desviación o suceso anormal que con mayor frecuencia dio lugar a que se produjera el accidente fue el “Movimiento del cuerpo con esfuerzo físico” (en un 25% aproximadamente de los casos). En cuanto a los partes de enfermedad profesional comunicados en Cantabria en estos años a través del Sistema CEPROSS, prácticamente la mitad lo fueron por “Enfermedades provocadas por posturas forzadas y movimientos repetitivos en el trabajo”. En consecuencia, los trastornos músculo-esqueléticos son el problema de salud más común en la población trabajadora, y deben plantearse acciones específicas centradas en la prevención de este tipo de daños por actividad económica y ocupación, teniendo en cuenta variables como la edad y el sexo, que impactan de manera específica en la siniestralidad. Hay otra vertiente de la siniestralidad laboral en la que no tiene lugar un traumatismo. En los últimos años, sobre un 10% del total de accidentes graves y un 26% de los mortales han tenido la forma de patología no traumática (PNT). Está representada por enfermedades de comienzo o recrudecimiento súbito que en su mayoría son enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares: infartos, derrames y otras patologías no traumáticas. Esta categoría de forma de Accidentes de Trabajo (AT) está relacionada con aquellos accidentes ligados a factores individuales y en los que las condiciones de trabajo pueden jugar un papel coadyuvante en su materialización, tales como: ansiedad, estrés, turnos, pausas, algunos contaminantes químicos, sedentarismo, tabaquismo, consumo de comida rápida rica en grasa y otros hábitos de vida poco saludables. Su impacto es importante a la hora de evaluar la morbilidad y, sobre todo, la mortalidad derivada del accidente de trabajo. En este sentido, aceptando que el lugar de trabajo influye en la salud y en la enfermedad de distintas maneras y que cada vez es más difícil separar los determinantes laborales de los extralaborales, con las consecuencias que esto supone para el sistema preventivo, se han de promover nuevas estrategias y buenas prácticas de salud en las empresas dirigidas a crear entornos, no solo seguros, sino también saludables. Aquí conviene recordar otro indicador a tener en cuenta para adaptar el sistema preventivo a los cambios previsibles, como es la estimación que hace la Organización Mundial de la Salud para el año 2020, en el que la depresión será la principal causa de incapacidad laboral. Sobre dos tercios de los accidentes de trabajo in itínere con baja son accidentes de tráfico. La incidencia de la siniestralidad por tráfico pone de manifiesto la necesidad de impulsar acciones sectoriales dirigidas a reducir la siniestralidad por esta causa y acciones más generales de fomento de cultura preventiva.   

16 En relación con las enfermedades profesionales, destaca la dificultad para detectar las producidas por la exposición a agentes químicos. Tanto por su gravedad, como por su posible incidencia en patologías de tipo respiratorio, irritaciones en piel y ojos, alteraciones en la función reproductiva y diversos tipos de cáncer, se requiere una actuación específica continuada para extremar la detección y reconocimiento de las enfermedades de origen laboral, especialmente las incluidas en el listado de enfermedades profesionales, con el objetivo de mejorar su prevención. Por otra parte, la aplicación industrial de nuevas tecnologías ha dado lugar a nuevos productos y procesos, como ocurre con los nanomateriales, la biotecnología y las tecnologías verdes, que han de ser estudiados para garantizar que los procesos que utilizan son seguros y no presentan riesgos graves para los trabajadores.    Teniendo en cuenta las actividades más peligrosas (índice de incidencia total) y las actividades en las que se encuentran presentes el mayor número de trabajadores ocupados, las ramas de actividad prioritarias son: la industria de la alimentación, la fabricación de productos metálicos, la construcción de edificios, las actividades de construcción especializada, comercio y transporte, servicios de comidas y bebidas, servicios a edificios y actividades de jardinería, actividades sanitarias y asistencia en establecimientos residenciales. Los accidentes graves y mortales se producen principalmente en agricultura, fabricación de productos metálicos, construcción de edificios, comercio y transporte.    El 85-90% de las empresas de Cantabria son PYMES o microempresas. Los datos estadísticos de AT notificados muestran que las empresas con menos de 6 trabajadores tienen los índices de incidencia totales (leves, graves y mortales) más bajos, por debajo de la media. Las empresas de tamaño medio son las que registran índices de incidencia más elevados. Se obtiene un resultado similar si el análisis se realiza de cara a conocer las empresas con accidentes más graves y con mayores índices de notificación de partes de enfermedad profesional. En la mayoría de las pequeñas empresas, la aplicación y eficacia de la gestión de la salud y seguridad en el trabajo siguen constituyendo un reto particular. En general, tienen mayor dificultad para aplicar las disposiciones reglamentarias y administrativas, a menudo por no disponer de asesoramiento directo, desconocer las obligaciones y porque los costes derivados del cumplimiento son también más elevados para las PYMES en términos relativos. Es necesario tener en cuenta estas limitaciones y adoptar soluciones más sencillas y eficaces

17 garantizando la protección eficaz de la salud y seguridad de todos los trabajadores con independencia del tamaño de su empresa. Estos datos se tendrán en cuenta en todas las actuaciones de forma transversal por su incidencia, en factores como la modalidad de organización preventiva, modelo de gestión empresarial, mecanismos de participación de los trabajadores, cultura preventiva, etc. Por otra parte, no podemos obviar otros colectivos importantes y vulnerables, como los trabajadores autónomos y emprendedores, con una presencia cada vez más importante en determinados sectores productivos.    En este escenario es de destacar la importancia de trabajar para lograr la efectiva integración de la PRL en el sistema general de gestión de las organizaciones desde una perspectiva generadora de valor, lo que demanda de una adaptación del sistema preventivo a cada realidad empresarial. Las empresas deben gestionar la Prevención de Riesgos Laborales; esta actividad no se puede contratar. Los servicios de prevención son necesarios para llevar a cabo las actuaciones técnicas y desempeñan una importante labor de asesoramiento a empresarios, trabajadores y sus representantes. Una prestación de servicios de calidad por parte de estas entidades permitirá al empresario estar en disposición de tomar las decisiones oportunas para la mejora de las condiciones de trabajo. Potenciar las actuaciones de los servicios de prevención, desde un enfoque de eficiencia y eficacia que trascienda el mero cumplimiento documental, es otra de las necesidades constatadas en este estudio. Sin embargo, la disyuntiva que se plantea radica muchas veces en si se opta por contar con recursos propios o ajenos en la empresa. Disponer de recursos propios supone la presencia más continuada de los medios preventivos, así como un conocimiento más preciso de las circunstancias y cambios que se producen en la misma. Por otro lado, los servicios de prevención ajenos acumulan una mayor experiencia al estar en contacto con organizaciones de muy distinto tipo, las cuales ha sido preciso analizar bajo diferentes puntos de vista. Dejando aparte los requisitos que en este ámbito plantea la normativa, la experiencia demuestra día tras día que las dos soluciones son perfectamente compatibles. Y no solamente eso; sino que cuando se opta por combinar ambas, la sinergia resultante ofrece unos resultados excelentes, permitiendo aprovechar dedicación e integración de recursos propios con la mayor experiencia de los ajenos.

18 Todo ello sin olvidar que el art. 14 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales impone al empresario una serie de obligaciones a fin de garantizar la seguridad y la salud en el trabajo, reconociendo al trabajador el derecho a una protección eficaz en esta materia. La figura del empresario supone, además, una pieza clave en la estructura preventiva global, al resultar imprescindible para la puesta en marcha de las medidas preventivas, para el efectivo desarrollo del trabajo de los técnicos de prevención y para la difusión y asimilación de los principios de la prevención entre los trabajadores.    En el momento actual, los avances más significativos en materia de prevención pasan por profundizar en los riesgos emergentes, y también por conseguir la efectiva protección de los colectivos con especial sensibilidad o de mayor riesgo, que es algo que la propia Ley contempla que ha de abordarse con carácter específico. Las medidas preventivas no pueden limitarse a circunstancias o patrones genéricos, sino que han de ser tomadas teniendo en cuenta la variedad de características personales relevantes para la salud que se presenten en cada puesto a evaluar.    Igualmente resulta imprescindible reforzar las actuaciones preventivas en materia de riesgos psicosociales y estrés. El entorno de trabajo posee un efecto muy significativo sobre la salud de los trabajadores, de tal modo que aquellos que se ven expuestos a estos riesgos son susceptibles de desarrollar efectos psicológicos, físicos y sociales negativos por esta causa. Para conocer la envergadura del problema, un sondeo de opinión de ámbito europeo realizado por la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo mostró que aproximadamente la mitad de los trabajadores consideran que el problema del estrés relacionado con el trabajo es común en su entorno laboral. Asimismo, la propia Agencia ha recopilado datos y pruebas aportadas por investigaciones recientes sobre la prevalencia y el impacto del estrés relacionado con el trabajo y los riesgos psicosociales. Se trata, por lo tanto, de una realidad que es preciso afrontar, teniendo en cuenta, además, que estos riesgos son considerados como un reto mayor y más difícil de gestionar que los denominados “tradicionales”. Es más; se puede observar cómo estos riesgos avanzan a medida que la sociedad, las formas y los modelos de trabajo van cambiando; algo que dificulta su detección y la adopción de medidas preventivas. Por todo ello es necesario continuar reclamando la colaboración de los distintos agentes para aumentar la sensibilización a todos los niveles jerárquicos dentro de las organizaciones, y en la sociedad como conjunto. Ofrecer apoyo técnico a las empresas de cara a conseguir

19 que éstas desarrollen y consigan un buen nivel de autonomía en la gestión de sus riesgos psicosociales es uno de los más importantes desafíos que existen en este momento en lo que a esta materia se refiere.    La dirección que debe seguir la Prevención de Riesgos Laborales en estos próximos años, en los que se enmarca la presente estrategia, ha de seguir siendo la que estableció ya hace tiempo la Organización Mundial de la Salud, contemplando la salud desde un punto de vista holístico. Esta Organización dejó patente que la salud no es una faceta de la persona, sino que es un derecho que ha de ser garantizado por los gobiernos, debiendo para ello adoptar las medidas sanitarias y sociales que resulten más adecuadas. Al tratarse por tanto de un concepto global, la salud ha de considerarse desde todos los ámbitos de responsabilidad de manera coordinada e integral. Para ello, los sistemas públicos de salud, las unidades de salud laboral y otras entidades relacionadas pueden y deben trabajar conjuntamente. De hecho, cada vez resulta más patente que la distancia entre seguridad y salud laboral y la promoción de la salud es muy reducida. Muchos de los efectos negativos de los comportamientos de la vida habitual interaccionan con los riesgos laborales, y al contrario. Numerosos países ya cuentan con programas de promoción de la salud en el entorno laboral que van dirigidos a sensibilizar a los trabajadores acerca de los malos y buenos hábitos de salud, insistiendo en el fomento de estos últimos. Estos programas deberían reforzarse a medida que se incrementa la edad media de la población, teniendo en cuenta que en este contexto las enfermedades crónicas suponen una mayor amenaza y un reto para los sistemas económicos de las sociedades actuales. Además, los beneficios no se circunscriben únicamente a los trabajadores, sino que incluyen también aumentos en la productividad y mejoras en el desempeño, con lo cual el interés para los empresarios queda asimismo garantizado.

20 III.- VALORES Y PRINCIPIOS Los valores que rigen la Estrategia Cántabra de Seguridad y Salud en el Trabajo 2017-2021 tienen su origen en el contenido de la Ley 31/1995, de Prevención de Riesgos Laborales, así como en los principios que emanan de dicha norma. Ellos son el punto de partida a la hora de establecer los aspectos más significativos sobre los que actuar, así como las prioridades a las que es preciso atender. Para ello resulta imprescindible tener presente los principios establecidos en el artículo 15 de dicha Ley, tales como: • Evitar los riesgos, incidiendo en aquellas dimensiones y procesos que disminuyan la exposición de los trabajadores a los mismos, eliminándolos en su origen siempre que sea posible y evaluándolos cuando no puedan ser evitados. • Planificar la prevención, atendiendo a las distintas vertientes del entorno laboral y del trabajo a desarrollar. • Atender a la ergonomía en cuanto a la adaptación del trabajo a la persona, sin olvidar la incidencia de los factores de riesgo psicosocial, todo ello prestando atención a aquellos trabajadores que presentan una especial sensibilidad por cualquier causa. • Contar con todos los niveles jerárquicos de la empresa, en particular con los trabajadores y sus representantes con funciones específicas en materia de prevención de riesgos laborales, a la hora de conseguir una verdadera integración de la prevención en las organizaciones. Ofrecer a todos ellos apoyo y formación en materia de prevención de riesgos de calidad conforme al trabajo desempeñado y a las responsabilidades que se ostentan. A estos aspectos generales es necesario incorporar, además, los compromisos adquiridos por el Gobierno de Cantabria, entre los que se encuentran los siguientes: • Un patrón de desarrollo económico más justo y eficiente. • Una sociedad más próspera e igualitaria. • Fomento de la industria y apoyo a las PYMES. • Impulso de todos los sectores productivos, haciéndolos más estables y con mayor potencial de crecimiento. • Realismo respecto a la situación actual a la vez que se avanza en la recuperación económica para dejar atrás las consecuencias de la crisis.

21 Todo lo anterior conduce a los siguientes valores y principios, que son los que rigen la presente Estrategia Cántabra de Seguridad y Salud en el Trabajo 2017-2021: VALORES PRINCIPIOS RECTORES Focalización en las personas Tomando a las personas como centro a partir del cual trabajar, garantizando su seguridad y salud, y contribuyendo a la continua mejora de sus condiciones de trabajo. Realismo y aplicabilidad Proporcionando líneas de actuación en consonancia con la realidad de las empresas y las Administraciones, de cara a conseguir la mayor eficiencia en la intervención. Universalidad Atendiendo a las necesidades que en materia de prevención de riesgos laborales precisan todos los colectivos sociales, en especial aquellos con mayores carencias. Integración Contando con todos los agentes intervinientes para buscar soluciones que resulten beneficiosas para el conjunto. Transparencia Dando a conocer a los ciudadanos las acciones puestas en marcha así como sus resultados. Responsabilidad en cuanto a los recursos públicos utilizados Procurando la mayor eficacia y eficiencia en la utilización de los recursos públicos.

22 IV.- OBJETIVOS Y LÍNEAS DE ACTUACIÓN Los objetivos generales que persigue la Estrategia 2017-2021 están directamente ligados a la mejora continua de las condiciones de trabajo y a la reducción de los daños derivados del trabajo, con especial atención a la prevención de las enfermedades profesionales y enfermedades relacionadas con el trabajo. 1. Promover la mejora continua de las condiciones de trabajo mediante programas específicos por sectores, actividades, colectivos y empresas de mayor riesgo. Desarrollar actuaciones dirigidas al conocimiento y mejora de la prevención de factores de riesgo específicos. 2. Educación, formación, promoción y sensibilización. 3. Mejorar sistemas de recopilación, análisis y difusión de información, estudio e investigación en Prevención de Riesgos Laborales (PRL). 4. Fortalecer el papel de los interlocutores sociales y promover la implicación de empresarios y trabajadores en la mejora de la Seguridad y Salud en el Trabajo (SST). 5. Mejorar la eficiencia de las instituciones y entidades dedicadas a la Prevención de Riesgos Laborales (PRL). 1. P romover la mejora continua de las condiciones de trabajo mediante programas específicos por sectores, actividades, colectivos y empresas de mayor riesgo. Desarrollar actuaciones dirigidas al conocimiento y mejora de la prevención de factores de riesgo específicos. a. Reforzar el papel de la formación, apoyo y la asistencia técnica del Instituto Cántabro de Seguridad y Salud en el Trabajo (ICASST). La complejidad de la normativa de prevención de riesgos laborales puede dificultar al empresario su conocimiento, comprensión y como consecuencia, su cumplimiento. Esta línea comprende todas las actuaciones a desarrollar por el Instituto en el marco de la actual Estrategia destinadas a informar, sensibilizar y prestar asesoramiento técnico sobre el cumplimiento eficaz de dicha normativa: • Fortalecer las actividades de estudio e investigación de los riesgos, daños a la salud, actividades o colectivos que requieran un mayor conocimiento.

23 • Potenciar la formación especializada y de calidad, mediante programas anuales de actividades formativas, coherente con las necesidades e intereses de los potenciales usuarios. • Prestar apoyo técnico especializado sobre causas y factores determinantes de riesgos y daños derivados del trabajo, su identificación, evaluación y medidas de control procedentes, facilitando orientación sobre mejora de la calidad de las actuaciones preventivas desarrolladas por empresas y servicios de prevención. Este objetivo general, relacionado con las funciones y misión que tiene encomendadas el ICASST, se materializarán en actividades concretas con planificación anual. La evaluación permanente de su desarrollo permitirá modificar las actuaciones a desarrollar, el ritmo de implantación e incluso adaptar la formulación de las mismas a la realidad de cada momento. b. Apoyo a la integración de la prevención en la empresa, con atención especial a PYMES y microempresas. Existen tantas maneras de lograr la integración como empresas, y cada una debe encontrar caminos para la integración que funcionen dentro de su particular cultura de empresa. El reto de la integración tiene ventajas para las PYMES, ya que en ellas es más fácil la comunicación y menos probable la compartimentación de actividades. Si los trabajadores de una PYME están involucrados en la identificación, planificación e implementación de sistemas de prevención, es más probable la integración. El marco normativo actual permite al empresario asumir la actividad preventiva en un elevado número de empresas y/o realizar la gestión documental de manera simplificada, por lo que es necesario programar actividades destinadas a la difusión, el apoyo y la asistencia técnica personalizada a las empresas con menos recursos que opten por esta modalidad de organización. Por otra parte, se desarrollarán programas que promuevan la mejora de las condiciones de trabajo en PYMES y microempresas a través de la integración de la prevención, es decir, con la implicación de empresarios y trabajadores. c. Asesoramiento y apoyo técnico a emprendedores y autónomos en materia de PRL. Los trabajadores autónomos son un colectivo desprotegido en materia de prevención de riesgos laborales, ya que la norma

24 está pensada para la relación empresario-trabajador por cuenta ajena. En la actualidad, solo los autónomos que coticen por la base de Incapacidad Temporal (IT) tienen el derecho a asegurar las contingencias por Accidente de Trabajo y Enfermedad Profesional y conseguir las coberturas correspondientes. Los autónomos únicamente han de asumir las obligaciones preventivas del empresario cuando tienen personas trabajando a su cargo. En este caso, los autónomos están obligados a gestionar la Prevención de Riesgos Laborales y a conocer sus obligaciones legales. Para estos colectivos están previstas acciones de difusión de instrumentos que faciliten la autoformación a nivel básico y la coordinación de actividades empresariales. d. Seguimiento y control del cumplimiento de la normativa en empresas de mayor siniestralidad. La nueva Estrategia Española, como la anterior, vuelve a incidir en la necesidad de promover actuaciones específicas dirigidas a facilitar y asegurar el cumplimiento de la normativa. En esta línea, se continuará con el desarrollo de programas anuales específicos dirigidos a sectores, actividades o empresas seleccionadas como prioritarias por razón de su siniestralidad, en colaboración ICASSTITSS (Inspección de Trabajo y Seguridad Social), compatibilizando las funciones de asesoramiento y apoyo con las de tipo coercitivo. e. Prevención de Trastornos Músculo-Esqueléticos (TME) y promoción de la implantación de medidas de control ergonómico en empresas con mayores índices de incidencia. Se trata de riesgos considerados prioritarios por afectar a un elevado número de trabajadores. En esta línea se proponen actuaciones relacionadas con la mejora del conocimiento del origen de estos daños, acompañadas de otras relacionadas con mejora de sistemas de trabajo, en concreto: análisis sistemático y con periodicidad anual de la siniestralidad que deriva en TME con el fin de detectar actividades prioritarias de intervención, en función de la siniestralidad y la población de riesgo, y diseño e implementación de planes específicos de acción de prevención de los TME en las empresas con la implicación de directivos y trabajadores en la búsqueda de soluciones para la mejora de las condiciones de los puestos de trabajo, elección de equipos y herramientas, etc. Se fomentarán los programas ergonómicos participativos, ya que la evidencia científica ha demostrado que son más eficaces. f. Estudio e intervención sobre riesgos específicos por sector y rama de actividad, integrando aspectos de edad y discapacidad.

25 Los riesgos que afectan a grupos de edad determinados y a los trabajadores con discapacidad merecen especial atención y requieren medidas específicas. En esta línea, se buscarán vías para fomentar la prevención de enfermedades profesionales y enfermedades relacionadas con el trabajo de estas categorías de trabajadores, se ofrecerán ejemplos de buenas prácticas y se facilitará el intercambio de información sobre el modo de mejorar las condiciones de seguridad y salud en el trabajo, por ejemplo, para trabajadores de más edad, trabajadores jóvenes sin experiencia, temporales y trabajadores con discapacidad. Se promocionarán y difundirán las intervenciones cuya efectividad haya sido demostrada por evidencia científica. Se difundirán herramientas que ayuden a las empresas a garantizar la seguridad y salud de los trabajadores con independencia de sus capacidades, teniendo en cuenta supuestos como: discapacidad física, discapacidad sensorial, discapacidad psíquica-intelectual, menores de edad, cambios en el estado de salud, personas de edad avanzada y características antropométricas. Se fomentará también el intercambio y difusión de buenas prácticas como medio para transferir el conocimiento y ayudar a resolver problemas concretos. g. Promover la utilización de instrumentos que faciliten la coordinación de actividades empresariales en PYMES, autónomos y emprendedores. En esta línea se incluye la colaboración del ICASST en el desarrollo de la herramienta "Prevención10.es" a través de los grupos creados al efecto, la difusión de la herramienta en empresas cántabras de hasta 10 trabajadores interesadas en asumir la gestión de la prevención con medios propios y ofrecer ayuda técnica para la utilización de la herramienta. La difusión intensiva de la herramienta se realizará una vez subsanadas algunas incertidumbres relacionadas con la formación y el alcance de las funciones de nivel básico recogidas en el artículo 35 del Reglamento de los Servicios de Prevención. El ICASST desarrollará programas de identificación y seguimiento de los sectores económicos en los que se recurra habitualmente a la contratación y subcontratación de obras y servicios para la realización de programas de seguimiento y asesoramiento sobre el cumplimiento eficaz del RD. 171/2004, de 30 de enero, que desarrolla el art. 24 de la ley 31/1995 en materia de Coordinación de Actividades Empresariales.

26 h. Incorporar la transversalidad de género en los diferentes ámbitos de intervención de la actividad preventiva. La Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres, ha incorporado el principio de la transversalidad de género en el ámbito de la salud, y específicamente en salud laboral. El objetivo de esta línea es incidir en las evaluaciones de riesgos e intervenciones preventivas, investigaciones y estudios de salud, con el objetivo de mejorar su eficacia en lo que se refiere a las circunstancias específicas que afectan a la mujer, incluyendo la maternidad. Partimos de la base de que la prevención de riesgos laborales desde la perspectiva de género se caracteriza por su transversalidad (presente en todos los sectores de actividad, en todos los momentos del proceso de evaluación de riesgos, intervención preventiva y vigilancia de la salud), y también por estar muy poco desarrollada. En relación con la seguridad y salud laboral, la segregación horizontal no evita que las mujeres estén expuestas a riesgos laborales, sino que condiciona el tipo de exposiciones. Las desigualdades de género en el mercado de trabajo comportan que la exposición a los riesgos laborales sea diferente para las mujeres y los hombres, y por consiguiente, que la intervención preventiva en el ámbito de la seguridad y la salud laboral tenga que incorporar la perspectiva de género para ser efectiva. Para mejorar la detección y la identificación de enfermedades laborales hay que introducir la perspectiva de género de manera transversal e impulsar estudios e investigaciones específicas. Los factores de riesgo ergonómico a los que están expuestas muchas mujeres pueden verse agravados por el diseño inadecuado de los puestos de trabajo. Para reducir dicha exposición hay que adaptar el puesto de trabajo a cada persona y realizar una correcta organización de las tareas. Una adecuada organización del tiempo en el trabajo, que haga compatibles la vida personal y la vida laboral y facilite la corresponsabilidad, contribuye a reducir los riesgos y a asegurar la motivación y la productividad en el trabajo. i. Implementar actividades de investigación y prevención de accidentes de trabajo de tráfico para minimizar su impacto sobre la siniestralidad laboral. Promover la seguridad vial laboral y favorecer el intercambio de buenas prácticas.

27 En esta línea se realizarán acciones de promoción de la seguridad vial laboral así como análisis sistemáticos y con periodicidad anual de la siniestralidad vial laboral con el fin de detectar colectivos vulnerables, conocer las circunstancias en que se producen los accidentes “en misión” o “in itinere”, sacar conclusiones y desarrollar estrategias preventivas adecuadas. Además se favorecerá el intercambio de buenas prácticas en esta materia. En los accidentes “en misión”, es decir, en desplazamiento dentro de la jornada de trabajo, hay muchas posibilidades de hacer prevención puesto que desde la propia dirección empresarial se puede incidir mediante una organización más adecuada del trabajo. La fatiga, el ritmo de trabajo, el sistema de remuneración o, en ocasiones, el tipo de vehículo, son factores claramente relacionados con las condiciones de trabajo y determinados por la empresa. El servicio de prevención debe tenerlos en cuenta en la evaluación de riesgos y en las propuestas de mejora. j. Enfermedades profesionales. En nuestro país la baja declaración de enfermedades profesionales se considera un hecho de especial preocupación en el que coinciden la Administración y los Agentes Sociales. El Marco Estratégico de la Unión Europea en materia de Seguridad y Salud en el Trabajo y la Estrategia Española reconocen la mejora de la prevención de las enfermedades relacionadas con el trabajo como un reto. Y mal se puede prevenir lo que no se conoce. A nivel individual no reconocer una patología como laboral puede parecer un ahorro, pero “la mala salud relacionada con el trabajo supone una pesada carga para los trabajadores, las empresas, y los sistemas de seguridad social”. Con mayor rotundidad se han expresado el Gobierno de España, CCOO, UGT, CEOE y CEPYME en el Acuerdo de propuestas para la negociación tripartita para fortalecer el crecimiento económico y el empleo: “es necesario garantizar un adecuado registro de las enfermedades profesionales para evitar una menor protección social y un desplazamiento del gasto hacia el Sistema Nacional de Salud”. El problema de la escasa declaración de enfermedades profesionales no se reduce a un modelo de gestión por parte de las Mutuas o el Instituto Nacional de Seguridad Social. El problema radica en no reconocer el modelo de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales que define el concepto de “daños derivados del trabajo”, y antepone la prevención a la rehabilitación de las enfermedades que padecen los trabajadores, tratando de hacer valer el derecho a la salud que recoge nuestra Constitución.

28 En línea con los tres documentos citados, la Estrategia expresa la voluntad del Consejo Cántabro de Seguridad y Salud en el Trabajo de mejorar y promover el estudio y la investigación de las enfermedades relacionadas con el trabajo, así como la detección y comunicación de las mismas. Esta línea de actuación se materializará mediante la puesta en marcha de un sistema de notificación de patología laboral, la formación del personal médico y de enfermería del Servicio Cántabro de Salud, la creación de un grupo multidisciplinar para la evaluación de la patología laboral, el reforzamiento de la autoridad sanitaria en esta materia, y la promulgación de una normativa sanitaria específica sobre este tema. El plan anual definirá para cada una de las tareas una descripción y justificación detallada, los objetivos a cumplir, las fases, los indicadores y los recursos necesarios. Por otra parte, se proponen asimismo las siguientes acciones: mejorar fuentes de información e implementar acciones integrales para promover su declaración, continuar con la investigación del mayor número posible de casos notificados, establecer un sistema de alertas, promover actuaciones específicas de control y mejora continua de condiciones de trabajo relacionadas con determinados grupos/agentes, programar actividades formativas y de debate sobre las causas de subdeclaración de la enfermedad profesional, y propuestas para cambiar esta situación. k. Promover una vigilancia de la salud más eficiente. El vínculo entre la vigilancia de la salud y el control del medio ambiente de trabajo ayuda a determinar la exposición de los trabajadores a los peligros para su salud, así como si una enfermedad en particular contraída por un trabajador está relacionada con el trabajo que desempeña. También contribuye a prevenir la recurrencia de la enfermedad entre otros trabajadores. Aunque el principal objetivo de la vigilancia de la salud es la detección temprana de los síntomas de la enfermedad y la puesta en marcha de medidas para su prevención, sirve asimismo para facilitar el reconocimiento de las enfermedades profesionales con períodos de latencia largos, puesto que muchos trabajadores pueden haber cambiado de lugar de trabajo u ocupación cuando se les diagnostica la enfermedad. Por tanto, en este punto se implementarán actuaciones para promover la mejora continua de la calidad de las actuaciones sanitarias de los servicios de prevención. Especial atención merecerá durante el desarrollo de la presente Estrategia, la puesta en marcha en Cantabria del “Programa

29 Integral de Vigilancia de la Salud de los Trabajadores que han estado Expuestos a Amianto” en cumplimiento de la normativa aplicable. Así mismo, se fomentará el análisis de los resultados de la vigilancia de la salud de los trabajadores y de la evaluación de riesgos con criterios epidemiológicos, teniendo en cuenta que, dentro de las actividades preventivas de la memoria anual, se deberán recoger las de planificación de la vigilancia colectiva de la salud y la realización de estudios epidemiológicos realizados a partir de los resultados de esa vigilancia de la salud. l. Estudio de causas e impacto en la SST de los trabajadores de los riesgos emergentes. Los cambios tecnológicos, sociales y organizativos conllevan riesgos emergentes y nuevos desafíos que es necesario definir e identificar. Por ejemplo, las nuevas tecnologías como las nanotecnologías y determinadas biotecnologías y las tecnologías verdes comportan riesgos nuevos no identificados en el lugar de trabajo. Entre los riesgos emergentes se incluyen las condiciones ergonómicas deficientes, la exposición a radiación electromagnética y los riesgos psicosociales relacionados con los cambios en la organización del trabajo derivados de la evolución de las tecnologías de la información, la diversidad de mano de obra, nuevos patrones de trabajo atípicos, mayor rotación del personal, etc. La prevención eficaz de las enfermedades relacionadas con el trabajo requiere anticiparse a los posibles efectos negativos de esas nuevas tecnologías en la salud y la seguridad de los trabajadores. Por tanto, se hace necesario recopilar y evaluar datos fiables para determinar la mejor manera de abordar los nuevos riesgos emergentes. En esta línea, se hará difusión de las conclusiones de los estudios de causas e impacto de los riesgos emergentes, se establecerán alertas en su caso, asegurando que llegan a los principales destinatarios, y se realizarán programas y campañas en empresas y colectivos expuestos. m. Difusión de metodologías de identificación, evaluación y gestión de riesgos psicosociales de referencia. El estrés laboral y sus consecuencias para la salud se han convertido en una gran preocupación en toda Europa. Las empresas se enfrentan cada vez con más frecuencia a distintas formas de violencia, entre las que cabe destacar el acoso psicológico o mobbing, así como la violencia física o el acoso sexual. Se han encontrado vínculos que relacionan el estrés con las patologías

30 músculo-esqueléticas, cardíacas o digestivas. Si se prolonga, este tipo de estrés puede provocar graves trastornos cardiovasculares. Además, la crisis económica y la recesión han llevado a un aumento del estrés, la ansiedad, la depresión y otros trastornos mentales relacionados con el trabajo. Los riesgos no físicos deben ser reconocidos, evaluados y controlados por medio de una jerarquía de controles que busquen eliminar el riesgo, si es posible, o modificarlo desde la fuente; reducir su impacto en el trabajador o ayudarle a protegerse así mismo de sus efectos. Uno de los factores clave que contribuye a que las intervenciones psicosociales sean efectivas es la participación del trabajador y sus representantes en los cambios a desarrollar. Se promocionarán intervenciones que combinen el manejo personal del estrés con esfuerzos organizacionales para incrementar la participación en la resolución de problemas y mejorar la comunicación organizacional. La capacitación de empleados en intervenciones psicosociales para mejorar sus habilidades puede tener también un impacto muy positivo. n. Seguimiento y estudio de la gestión del riesgo químico. Se diseñarán e implementarán programas de actuación específicos en empresas y sectores con riesgo de enfermedad laboral por agentes químicos tales como amianto, sílice y otros agentes que se determinen en función del análisis de los datos de las fuentes de información del ICASST. Se controlará especialmente el procedimiento de evaluación de estos riesgos y las medidas adoptadas para su control, incluyendo el alcance del asesoramiento específico en estos temas por parte del servicio de prevención y de la vigilancia sanitaria específica realizada a los trabajadores expuestos. El objetivo principal de estos programas será dinamizar que las empresas y los servicios de prevención pongan en marcha actuaciones higiénicas eficaces y con metodologías orientadas al control y prevención de enfermedades profesionales o relacionadas con el trabajo por exposición a agentes químicos. Para ello, se considera fundamental, entre otros, contar con fichas de datos de seguridad actualizadas conforme a la normativa vigente.

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