TU MIRADA CUENTA VIII CONCURSO DE FOTOGRAFÍA 92 teníamos en mente era que una persona pasaba directamente a un sitio en construcción, en el que se ve que a lo lejos está cayendo un martillo que se le cae a alguien sin guantes. Aunque no se dibuje, se da por hecho que el martillo le va ha caer en la cabeza y que posiblemente le mate. En otra imagen se vería al mismo individuo en el mismo lugar, pero esta vez con un casco y la otra persona con guantes, ya que hay una señal al inicio de la construcción que indica que es obligatorio el uso de ambos utensilios. Al final, viendo el tiempo del que disponíamos y que tendríamos que recrearlo todo ya que no disponíamos de imágenes tan específicas, nos decantamos con nuestra última idea. Elegimos la metáfora del huevo roto porque es algo llamativo, divertido y que cala en el receptor. En primer lugar, un huevo es muy fácil de romper, ante el menor descuido crea un estropicio de yema, clara y cáscara. Una persona es casi igual de frágil, del mismo modo que el huevo se rompe, uno se puede “romper” en el accidente más simple. Es un metáfora con la que se intenta captar la delicadeza del ser humano, por muy inmortales que nos creamos o queramos llegar a ser. Con el eslogan también estamos jugando con la percepción del receptor. A la hora de escribir “no te rompas la cabeza” enfatizamos dos cosas: no romperse la cabeza literalmente, es decir, la protección que te aporta un casco de verdad previene muchísimas muertes diarias; y también quiere decirle a las personas a que no le den vueltas a la idea, que duden si usar el casco o no, que lo hagan. METODOLOGÍA Una vez escogida la mejor idea buscamos a través de Internet varias imágenes: una fábrica, que consistiría en el fondo. Un huevo, ya que este sería el protagonista de nuestra foto. Una viga, con la que pretendíamos hacer ver que los huevos estaban trabajando, y para identificar la imagen con el trabajo real de las personas, buscamos elementos del cuerpo humano, los ojos, brazos y piernas, que permitían humanizar la imagen y hacerse a la idea de que se trata de una situación real de trabajo. Ya con todo seleccionado y utilizando un programa de tratamiento digital de imágenes, nos pusimos a editar las fotos. Recortamos y giramos la viga de manera que diera la impresión de que los huevos la estaban levantando, creamos tres huevos con todas sus extremidades, y cada uno distintos entre ellos y por último, recortamos unas piernas para el huevo roto dándole el efecto de que era una persona que estaba trabajando y por el simple hecho de no llevar casco, se había muer-
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