TU MIRADA CUENTA VIII CONCURSO DE FOTOGRAFÍA 192 cuado a su puesto de trabajo (concretamente un casco) está protegido y aparece con una sonrisa. Como se ha protegido está intacto. El segundo huevo sería un trabajador que no se puso el EPI que debía utilizar y, como consecuencia, sufrió un accidente de trabajo y perdió su vida, por lo que aparece roto, con la cara triste dibujada en su cáscara. Queremos reflejar la fragilidad del trabajador, la importancia de concienciarse acerca de su responsabilidad en materia de prevención de riesgos laborales (se trata de una responsabilidad compartida con el empresario, pero el trabajador no puede poner excusas: su vida también depende de él mismo). El trabajador debe usar los equipos de protección, porque, aunque parezca una tontería, los pequeños detalles pueden marcar la diferencia entre vivir o morir y en este tema a veces no hay una segunda oportunidad y las consecuencias pueden ser irreversibles. En cuanto al eslogan elegido es “¡No la casques por una tontería…!”, haciendo el juego de palabras de “cascar” un huevo (que es lo que aparece explícitamente en la foto) y la expresión “cascarla” como fallecer (el trabajador que está implícito en la fotografía). Queríamos un lenguaje directo y cercano que, aunque pueda parecer excesivamente coloquial, resulta claro y accesible para todo el mundo, especialmente la gente más joven que, en ocasiones, comete imprudencias por un exceso de confianza o desconocimiento de los riesgos. C. VALORACIÓN DE LA CLASE DE LOS OBJETIVOS DIDÁCTICOS Y COMPETENCIAS ASUMIDAS Después de explicar en clase varios temas de prevención de riesgos laborales hemos trabajado los mismos contenidos de manera diferente a la habitual, tratando de condensar en una foto un mensaje importante e impactante para provocar que todos interioricemos que la prevención es cosa de todos y que un olvido o descuido puede costarnos la vida. Hemos estudiado los conceptos básicos en materia de prevención, los tipos de riesgo, los daños para la salud, la prevención y protección, la organización de la prevención, los derechos de trabajadores y empresarios y las responsabilidades de cada uno. Pues bien, los trabajadores deben ser conscientes en todo momento de su co-responsabilidad en este campo: los empresarios tienen obligaciones, sí, pero ellos también. Los EPIs son necesarios aunque a veces puedan resultar incómodos y asumir esta realidad es trabajo de todos: la sociedad entera debe asumir este mensaje y olvidar la idea de que los accidentes a veces son inevitables. Sólo así conseguiremos que el trabajo no nos haga perder la salud.
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