OCTAVO CONCURSO "P´EPIS: TU MIRADA CUENTA"

FORMACIÓN PROFESIONAL 145 El trabajo es un aspecto fundamental de la vida de las personas. Toda persona aspira a tener un trabajo que le proporcione un nivel de vida aceptable tanto para ella como para su familia. Sin embargo, el trabajo puede afectar a la salud de millones de personas. La Ley General de Seguridad Social define en su artículo 115 el accidente de trabajo como toda lesión corporal que el trabajador sufra con ocasión o por consecuencia del trabajo que ejecute por cuenta ajena. Según datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social en 2017, que hemos analizado en el aula, se contabilizaron 583.425 accidentes laborales con baja y un total de 618 trabajadores fallecieron. Las cifras son demoledoras. Y al conocerlas, nunca pensamos que los accidentes de trabajo pudieran afectar a tantas personas. LA IDEA La idea de la fotografía que presentamos a concurso surge a raíz de una actividad planteada en el aula: debíamos localizar noticias de accidentes laborales en Internet para analizar los factores de riesgos que habían intervenido y los posibles daños sufridos por el o la trabajador/a. De manera espontánea algunos de nosotros comentamos siniestros que habían sucedido en nuestros entornos cercanos. La gran mayoría teníamos, lamentablemente, algún accidente laboral de algún allegado y éramos conscientes del dolor y sufrimiento que provocan. Queríamos por tanto que nuestra fotografía se centrase en los accidentes de trabajo, como ya hemos dicho, y que transmitiese los daños que provocan y que muchos de nosotros conocíamos de primera mano. Cuando hablamos de daños nos referimos no sólo al daño que sufren las personas directamente afectadas por un accidente de trabajo sino también el daño que sufren sus allegados. Este coste humano supone, por un lado, las lesiones físicas para el trabajador/a y que, obviamente implican dolor, la asistencia sanitaria que requiere y/o la rehabilitación que puede prolongarse durante un tiempo. En determinados casos, puede implicar pérdida de autonomía personal, alteración de proyectos de vida, minusvalías de por vida e incluso pérdida de trabajo. El entorno familiar acompaña y sufre en todo este proceso, pero obviamente sufre de forma directa el coste de la pérdida de un familiar por consecuencias fatales, cuando esto ocurre.

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