122 • Adoptar posturas forzadas o inclinadas, como son la elevación de los brazos por encima de los hombros y torsiones dorsales continuas, lo que sobrecarga los músculos, los tendones y las articulaciones de manera asimétrica. • Ritmo de trabajo, ya sea por escasez o excesivo trabajo. • Repetitividad de tareas, monotonía y rutina • Ambigüedad de funciones y falta de planificación del trabajo. • Suelos resbaladizos por derrames de agua y otros productos • Útiles fuera de su lugar. Con todo ello pretendemos sensibilizar a la gente ajena a esta profesión de los riesgos cotidianos que pueden llegar a sufrir los/las profesionales de este sector y los usuarios de estos servicios los podemos concretar en: Una recepción de productos de estética y peluquería almacenándolos en condiciones de seguridad al igual que la preparación de equipos, útiles y zona de trabajo dejándolos en condiciones de uso e higiene. El buen profesional deberá adaptarse a las nuevas situaciones laborales originadas por cambios tecnológicos y organizativos en su actividad laboral, utilizando las ofertas formativas a su alcance y localizando los recursos mediante las tecnologías de la información y la comunicación también deberá cumplir las tareas propias de su nivel con autonomía y responsabilidad, empleando criterios de calidad y eficiencia en el trabajo asignado y efectuándolo de forma individual o como miembro de un equipo. Tanto el usuario como los empleados deberán asumir y cumplir las medidas de prevención de riesgos, seguridad laboral y normas de calidad en la realización de las actividades laborales evitando daños personales, laborales y ambientales con rigor propio. En definitiva, el buen profesional deberá actuar con espíritu emprendedor, iniciativa personal y responsabilidad en la elección de los procedimientos de su actividad profesional, sensibilizando a sus clientes de acuerdo con lo establecido en la prevención de riesgos laborales.
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