GUÍA DE VIGILANCIA DE LA SALUD EN EL SECTOR PESQUERO

GUIA DE VIGILANCIA DE LA SALUD SECTOR PESQUERO 71 VIGILANCIA DE LA SALUD La vigilancia de la salud deberá confeccionarse en base a la evaluación de riesgos y ajustarse a las características consignadas en el artículo 22 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. Al área sanitaria de los servicios de prevención no le corresponde el seguimiento del embarazo, del post-parto o de la lactancia, si bien es necesaria una colaboración con quienes lo llevan a cabo. El objetivo es el de garantizar en todo momento que las condiciones de trabajo se ajustan a la situación específica de la trabajadora, ya que pueden aparecer situaciones que hagan necesaria una adecuación del puesto durante este periodo. De este modo se podrá lograr un desempeño óptimo con el máximo bienestar y salud. En este sentido, se propone la utilización los criterios recogidos en la nota técnica de prevención (NTP) 915 publicada por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT) que recoge los principales elementos de la vigilancia de la salud durante el embarazo, el parto reciente y la lactancia, y que se detallan en la Tabla 13. Por otro lado, en relación a la toma de decisiones que puede producirse en determinados casos respecto a la adaptación o cambio de puesto de trabajo, o a la suspensión de contrato por riesgo durante el embarazo o la lactancia, se propone el algoritmo conductual recogido en la figura 2. Del mismo modo se aporta la Tabla 16 en la que se resumen los plazos propuestos por la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) para orientar la actuación de la Seguridad Social en relación a la concesión de las prestaciones derivadas de la situación de situación de suspensión de contrato por riesgo durante el embarazo. Cambios en el organismo de la mujer embarazada, tras el parto y durante la lactancia Los cambios que se producen en el organismo de la mujer pueden resumirse, principalmente, en los siguientes: - Durante el primer trimestre se produce una carga estrogénica que favorece la retención de líquidos y la aparición de molestias digestivas. - Durante el segundo trimestre, aumenta la secreción de relaxina, necesaria para preparar el trabajo del parto pero que se traduce en una mayor laxitud ligamentosa y movilidad articular más allá de su rango normal, disminuye el umbral del dolor y se inicia el aumento de peso. En este trimestre suelen aparecer los trastornos musculoesqueléticos (lumbociáticas y neuropatías por atrapamiento) y la fatiga. Éste es un síntoma frecuente que puede responder o no al desempeño del trabajo pero que, en todo caso, aumenta si la mujer está sometida a esfuerzos físicos o a posturas forzadas. La sensación de fatiga ha sido descrita también como un indicador del riesgo de prematuridad en la mujer embarazada sometida a carga física. - Durante el tercer trimestre el volumen abdominal constituye un obstáculo tanto para la adopción de una buena postura como para el alcance de objetos y la movilidad de la mujer, generando también problemas de equilibrio por desplazamiento del centro de gravedad. El alcance de los brazos se limita y obliga a manipular los objetos cada vez más lejos del cuerpo, ocasionando una sobrecarga en las extremidades superiores, brazos, hombros. A medida que avanza el estado de gestación se va pronunciando la curvatura de la lordosis lumbar, lo que contribuye a la aparición de lumbalgias. El aumento del peso corporal supone además una sobrecarga muscular y articular. Durante la fase final del embarazo, hay una reducción de la fuerza máxima para empujar y tirar de las cargas debido, por un lado, a la reducción de la fuerza muscular y, por otro, a la dificultad de adoptar una postura adecuada para aplicar la fuerza. La postura de pie o sentada de manera mantenida, sin cambios posturales frecuentes, agrava la presión en el sistema circulatorio de las extremidades inferiores. - En el post-parto, sobre todo en mujeres multíparas, la incontinencia urinaria es uno de los trastornos más frecuentes y que puede verse agravado o perpetuado por la carga física de trabajo por tensión de los músculos y ligamentos del peso pélvico. - Durante la lactancia, en ciertos trabajos que impliquen trabajar muy cerca del cuerpo, dado el aumento fisiológico del tamaño y sensibilidad de los senos, pueden aparecer molestias y ciertas dificultades en el manejo de cargas (ya sean objetos o personas). - Finalmente, la adaptación cardiovascular se traduce, entre otras cosas, en un aumento de la frecuencia cardiaca en reposo que aumentará unos 15-25 latidos por minuto entre el inicio y el final del embarazo. - Los cambios hormonales que se producen durante el embarazo pueden conllevar una compresión del nervio mediano, es decir, aumentan la posibilidad de padecer un síndrome del túnel carpiano a su paso por el canal del carpo y suele darse en mujeres embarazadas que no realizan ningún tipo de tarea repetitiva. Se recomienda una intensificación de la vigilancia médica y apartar a la mujer de aquellos trabajos que supongan movimientos repetidos. Objetivos de la vigilancia de la salud En el caso de las situaciones de embarazo, post-parto y lactancia son de una especial relevancia los siguientes objetivos específicos de la vigilancia de la salud: 1. Identificación de las trabajadoras embarazadas, que han dado a luz recientemente o en periodo de lactancia. 2. Propuesta y colaboración en la realización de las evaluaciones de riesgos adicionales y periódicas. 3. Seguimiento de dichas trabajadoras en las diferentes fases de su maternidad para comprobar la compatibilidad del puesto de trabajo con su estado y el mantenimiento de una buena salud.

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